Musée d’Orsay
– Jacuzzi 2 places

Quelques clichés de statues belles et triomphantes, l’horloge monumentale en guise de tête de lit, atmosphère artistique et belles harmonies de beige et de gris… Vous êtes bien – à l’image de ces œuvres d’art – l’hôte privilégié du célèbre musée, temple éternel de l’art du XIXe siècle.  Découvrez les Chambres « Musée d’Orsay » et plongez dans le décor unique d’un hotel de charme à Paris.

Musée d’Orsay
– Jacuzzi 2 plazas

Unas fotos de bellas estatuas triunfantes, el reloj monumental como cabecera, un ambiente artístico y bellas armonías de beige y gris… Usted es – como estas obras de arte – el huésped privilegiado del famoso museo, templo eterno del arte del siglo XIX. Descubra las habitaciones del «Musée d’Orsay» y sumérjase en el marco incomparable de un hotel romántico en París.
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SERVICIOS Y EQUIPOS – MUSÉE D’ORSAY

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MÁS INFORMACIÓN SOBRE EL MUSEO DE ORSAY: TEMPLO DE LOS IMPRESIONISTAS

Imperturbable al paso del tiempo, el museo está instalado en la antigua estación de Orsay, construida para la Exposición Universal de 1900. En 1945, la estación cesó toda actividad ferroviaria. Antes de que surgiera el proyecto del museo, la nave se utilizaba para subastas mientras se renovaba el Hôtel Drouot. La compañía Renault-Barrault llegó incluso a organizar representaciones teatrales y la estación sirvió de escenario para la película de Orson Welles El proceso. El pintor Edouard Detaille escribió en 1900: «La estación es soberbia y tiene el aire de un Palacio de Bellas Artes…». 100 años después, su profecía se ha cumplido. Simbolizado por el inmenso arco de luz de la nave, que parece desafiar al cielo, el edificio es, en cierto modo, la primera «obra» de las colecciones del museo de Orsay que muestra el arte del siglo XIX. Puente cronológico entre las colecciones del Louvre y del Centro Pompidou, Orsay alberga la mejor colección de obras impresionistas del mundo (L’Origine du monde de Courbet, L’Olympia de Manet, Portrait du Docteur Gachet de Van Gogh). En lo alto del edificio, a través de las agujas móviles de los dos enormes relojes que adornan su fachada, podrá ver todo París persiguiendo el tiempo.